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A. KRYVELEV Y G. BUENO 307 En segundo lugar, su Ensayo termina con unas líneas que conside­ ramos magistrales por su prudencia científica: «Son los hechos que se produzcan los únicos que pueden fijar el sentido de la función que predecimos, es el futuro el único parámetro de nuestra predicción pre­ sente» (p. 305). Basados en sus mismos deseos, dirigimos una doble pregunta al autor de la frase. Una referida a su teoría zoomórfica y zoogenética, en cuanto al pasado, y otra en relación al futuro que él parece predecir. Comprendemos que no pueda calificarse su teoría de «aprioística». El mismo autor sale al paso, como hemos visto, de esta posible acusa­ ción. Su opción es filosófica y, por tanto, «no puede sostenerse con independencia de los hechos» (p. 172). Bueno cumple con lo que con­ sidera «misión de la opción filosófica: oponer unos hechos a otros hechos, ordenándolos en planos distintos» (p. 172). Pero, ¿dónde encontramos la garantía científica de esa opción? El mismo reconoce la seria dificultad que comporta ordenar datos (p. 232). Pero, ¿cómo podremos precisar el momento y los modos en que los animales llegan a ser númenes? Esto queda agravado por la dificultad de interpretar material antropológico tan antiguo, que puede dar lugar a mucho subjetivismo incontrolado. ¿Cómo se constituye la primera fase o período —la religión pri­ maria— , diferenciándose de la natural o del período prerreligioso? Nos parece que en esta teoría se concatenan hechos de forma demasiado fácil y un tanto alegre. Por lo que al futuro se refiere, Bueno parece volverse, después de agotadas todas las posibilidades del antropocentrismo cristiano, a la fase secundaria o primaria, e incluso al ateísmo. Y lo intenta basar en el interés actual por los animales, etc. ¿No nos estará proporcionando una «ciencia-ficción»? Si son los hechos los que sirven de parámetro, no cabe duda de que éstos pueden ser interpretados desde distintas perspectivas, con resultados diferentes. Y, aquí, los sociólogos de la religión son los que ya nos están ofreciendo interpretaciones muy dis­ pares y, al parecer, no parecen concordar con la teoría zoomórfica futu­ rista de Bueno. Como muestra, puede consultarse a A. Cox, La religión en la ciudad secular. Hacia una teología postmoderna, Sal Terrae, San­ tander 1985. La descristianización de la sociedad, el interés por los animales, los nuevos mitos del hombre moderno... son temas abiertos y que, al parecer, no siempre se interpretan con las categorías de nues­ tro autor.

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