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5 7 y tanto como se esforzó por el buen éxito de la misión, no es posible recompensárselo materialmente; sólo Dios se lo pagó proporcionándole medios para hacer una buena confesión, llenándole de su divina gracia. Estas son, mi amadísimo P., las tareas a que nos hemos dedicado durante nues­ tra estancia en la República. También por la prensa vería los adelantos y trabajos apostólicos de los RR. PP. Fr. Ramón de Mataró, Fr. Gabriel de Adiós y Fr. José de Potríes. Estos buenos religiosos son incansables, su celo no tiene límites; Dios los ben­ diga. Dentro de dos horas el R. P. Fr. Calasanz de Manresa y el tal Fr. Casimiro saldrán para misionar en la ciudad de los Angeles; la Virgen Sma. dirija sus pasos. Se acerca de Natividad del dulcísimo Jesús. La alegría para el corazón cristiana es grande en estos días; las bendiciones que nuestro amantísimo Salvador derramó sobre sus elegidos son innumerables. Pues bien, amado P., sean felices y alegres para V. Rma. tan señalados días y que en ellos el Divino Niño le bendiga mil veces y le con­ ceda cuanto le pide; y sobre todo le ayude en la acertada dirección del timón de la nave capuchina. De corazón también, damos las buenas Pascuas a nuestros amadísimos seráfi­ cos, novicios, coristas, padres y legos todos de nuestra amada Provincia; encargándoles al propio tiempo se preparen bien en virtud y ciencia, pues aquí les espera un vastí­ simo campo donde un día no muy lejano puedan ejercitarla. En ésta es mucha la mies y pocos los operarios. Entre tanto, sigan pidiendo al Señor por estos pobres hermanos, para que el cielo bendiga nuestros sacrificios y pequeños esfuerzos; para que nuestro corazón sienta cada día mayores deseos de salvar almas; para que nunca jamás el de­ monio se enseñoree ni por un instante de ninguno de los misioneros. Pero en especial ruegen a la Purísima Reina y Emperatriz Soberana de cielos y tierra, que jamás la olvi­ demos, que sólo ella sea la dueña de nuestro corazón, que en todos los momentos de nuestra vida la reconozcamos por Madre y Señora y que, por fin, nos ayude y socorra en todas nuestras necesidades. En ésta todos nos hallamos contentísimos y con sólo el deseo de ganar almas para el cielo. La unión, la caridad y la paz, reina entre nosotros. Siempre esperando la ocasión de complacer a nuestro amado P. Pedro; y a la vez el P., desviviéndose por nuestro bien. Saluda cariñosamente a toda nuestra amada Provincia el último de sus hijos, que respetuosamente pide su paternal bendición y de tan lejanas tierras envía un abrazo a V. Rma. Fr. Casimiro M\ de Alcira Mis. Ap. Cap. * * * * Carta de Fr. Modesto de Castellón al P. Joaquín de Llevaneras (Concepción-Chile. 8 abril 1889) Al Rmo. P. Fr. Joaquín de Llevaneras, Ministro Provincial de los Religiosos Capuchinos de España y sus Misiones. Concepción, 8 abril 1889. Rmo. y amadísimo P. en el Sagrado Corazón de Jesús:

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