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5 8 Con sumo gozo de mi alma tomo la pluma para manifestarle lo siguiente: Saludo a V. Rma., juntamente con el muy Rdo. Definitorio Provincial y con el Colegio Seráfico y Angélico de Monte Hano, deseando toda felicidad. A Dios gracias estoy bueno y de­ seo que V. Rma. goce de igual beneficio en compañía de los ya mencionados. Le parti­ cipo que estoy con grandes deseos de saber de V. Rma., pues no he tenido de ver más que una sola carta desde que salí de ésa para estos países, la que tuvo lugar el última día del año; pero le participo que esto no ha sido ocasión de olvidarme de V. Rma., pues aunque no lo veo corporalmente, lo veo espiritualmente; yo, para darle prueba de que no me olvido le he escrito seis cartas y estoy recelándome que se habrán extra­ viado por los descuidos de los empleados; esto le digo para que tenga noticia de que no me olvido materialmente porque, aunque no tenga noticia, sé que es mi padre y que me desea todo bien espiritual y temporal y procura el bienestar de sus hijos y de un modo especial de los misioneros. Le participo que el mes de febrero pasé de la Provincia de Manaví aquí a esta Provincia de Esmeraldas, y estamos aquí edificando la casa, la que está muy adelan­ tada, pero a causa de las lluvias tan continuas y que los negros trabajan muy lenta­ mente, aun tardaremos un poco de tiempo de habitarla, pero estamos activando todo lo posible. La participo que los días de carnaval estuvimos el P. Presidente y yo con los Indios Capayas y permanecimos quince días, con grande aprovechamiento de parte de ello y de parte nuestra; pues el P. Presidente hizo sobre 93 bautismo y 27 matri­ monios, la mayor parte eran indios. Le participo que hicimos la ceremonia de poner­ les la ceniza a los Indios y negros, y fue un acto muy importante por el gran concurso de gente que había, lo que aprovechó el P. Presidente, predicándoles un largo sermón sobre el fin del hombre. Los pobrecitos Capayas estaban como suspensos al ver al P., revestido con alba y estola, entusiasmado, no querían más que mirar al P. y luego se miraban unos a otros con las piernas cruzadas en pie, otros sentados con las piernas extendidas y otros estaban en la puerta de la iglesia, en el umbral, como de miedo. Qué escenas tan dignas de compasión se presentaron a nuestra vista; pobrecitos, ver­ daderamente son completamente indígenas, pues para ellos lo mismo es la iglesia que lo demás, lo mismo hablan que si estuvieran en la calle. Las participo que me movie­ ron a riza las costumbres que tiene, como son: azotar a los novios y novias antes de ve­ rificar o realizar el matrimonio. Bailar con la marimba. Traer los niños a bautizar ata­ dos, y muchas cosas por el estilo: ponerse flores en la cabeza cuando vienen a bautizar los niños; vestirse solamente cuando van a casarse, pues el día de la boda van vestidos el novio y la novia, los demás, como los indios, van medio vestidos. Le participo que permaneceremos esta Semana Santa aquí en Concepción y esperamos que vendrá mu­ cha gente de Entre Ríos, Santiago, Bogotá, Cayapas, Ninbi, y están los negros muy con­ tentos por tener aquí Semana Santa; estamos preparando para el Monumento; y esta semana está el P. Presidente dando una misioncita preparando a los niños para la primera comunión y a los mayores para cumplir en Parroquia, para lo cual da tres ejercicios cada día y esperamos que hará mucho fruto no obstante estar tan malos los caminos, pues por aquí todos los viajes que hacemos son por los ríos y suelen venir por mar con vapor muy de lleno; de Manaví a Esmeraldas hacemos los viajes por mar con vapor, y de Esmeraldas a La Tola por la plaza con cavas, pues se emplean tres días de ríos y puntas de piedras que salen en la playa de La Tola por el río de Cayapas y Santiago; para Concepción se emplean dos días en canoa y la correspondencia viene dos veces al mes. De aquí de Concepción a Playa de Oro se emplean día y medio y para Cayapas lo más cerca un día, que es Punta de Venado, y lo más lejos más de un día que es San Miguel; Zapayo queda entre Punta de Venado y San Miguel, es decir, la más distante de la casa central de la misión son tres días, ya para Cayapas ya para Esmeraldas, pero todo por río, playa o mar.

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