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60 frente a los otros, representados generalmente por el Orbe católico. Estos autores del marco europeo, en los que está presente el pensamiento de nuestros clásicos hispánicos, especialmente de Francisco de Vitoria, el Dr. Navarro y Francisco Suárez, a los que conocen y utilizan, extraerán con- clusiones a veces parecidas y otras divergentes, pero no olvidemos que orientadas hacia un fin y preocupaciones muy diferentes. Con todo, no se puede tampoco olvidar que, este uso estaría también justificado por el hecho de que la política siempre tiene un trasfondo teológico en el que busca constantemente justificarse 30 . III. F rancisco de V itoria y la atención al problema de las I ndias Como ha puesto de manifiesto Arthur P. Monahan, la mayor parte del pensamiento político español de la primera mitad del siglo XVI se inspira en las disputas acerca de los naturales de las Indias 31 , que es lo mismo que antes hemos denominado como la cuestión de los títulos, respecto al dominio español en América. La bula Inter coetera , de Alejandro VI, promulgada en 1493 a favor de los Reyes Católicos, venía siendo puesta en discusión con anteriori- dad a Vitoria por diversos autores, tanto juristas como teólogos. La fuente argumentativa de esta discusión estaba puesta, precisamente, en la inter- pretación que los diversos autores hacían del derecho natural. Considera- ban que la autoridad pontificia no podía intervenir de igual manera en el poder temporal, como lo hacía en el espiritual. El detalle tiene su impor- tancia, puesto que, cuando Francisco de Vitoria escriba en 1532 su Relectio De potestate Ecclesiae prior , limita también la potestad civil del Papa, de la que lógicamente se deducía una lectura concreta de los poderes de los soberanos sobre diversos territorios y, muy particularmente, sobre aque- llos que habían sido recientemente descubiertos. Este tipo de afirmaciones crearon su revuelo; la prueba más concreta la tenemos en la publicación de su Relectio de potestate civili , de la que quedan contadísimos ejempla- res, después de la orden de Carlos V, para que fueran destruidos 32 . 30.  No nos detenemos en esta cuestión pero, no cabe duda que en ella se encuentra también toda la visión de la teología de la historia, partiendo desde las interpretaciones bíblicas, pasando por el agustinismo político y llegando hasta diversas concreciones polí- ticas. Pero esto no ha de ser entendido en un sentido negativo, sino que tendría su funda- mentación en el hombre como imago Dei . 31.  Cf. MONAHAN, A. P., From Personal Duties Towards Personal Rights. Late Medi- eval and Early Modern Political Thought, 1300-1600 , Montreal, McGill-Queen’s University Press, 1994. 32.  A este respecto, Jesús Cordero, en una de las notas a la edición crítica de la Relectio , hace notar cómo el maestro Vitoria era partidario de la forma mixta de gobierno que, en esos momentos se utilizaba en España, DE VITORIA, F., Relectio de potestate civili. Estudios sobre su filosofía política , CORDERO PANDO, J. (ed.), Madrid, csic, 2008,

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