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298 D. CASTILLO tes desde la perspectiva de la Fenomenología histórica de las religiones, principalmente. 1. Anotaciones a la obra de A. Kryvelev Para comprender esta obra, es preciso situar al autor en su refe­ rencia marxista-leninista, de estilo clásico. Desde esta perspectiva es posible comprender su postura intelectual ante el hecho religioso, tal como se refleja en toda su obra; pero, particularmente, en momentos de especial interés. Resaltamos las observaciones siguientes: 1.a Kryvelev alude, al presentar su estudio, a la dificultad que pre­ senta el esclarecimiento sistemático de la historia de la religión en páginas tan reducidas (p. 7). Creemos, por nuestra parte, que no se trata tanto de una cuestión de cantidad, cuanto de calidad del escrito. Existen obras de menor dimensión —labor de síntesis— , pero que ofrecen, a su vez, análisis de mayor precisión y enfoque más correcto que la presente. 2.a Su obra sigue la máxima de V. I. Lenin, expresada en su carta a Skovorsov: «escribir un tomito sobre la historia de la religión y contra toda religión», tal como cita textualmente (p. 8). Creemos que esta opción preliminar constituye un preludio de falta de honradez elemental intelectual, que aparece a lo largo de toda su exposición. Entendemos que esta predisposición no puede «ilumi­ nar las raíces histórico-genéticas de la dogmática y del culto de las religiones universales», como parece ser su intento (p. 7). No cabe duda de que en toda religión se ofrecerán elementos más que suficientes para ser criticados, debido a sus aberraciones históricas. Pero creemos que, situarse, ya desde el principio, en esta postura, es cerrarse a cual­ quier posible interpretación positiva que aquélla pueda tener. 3.a A lo largo de toda su obra mantiene el principio de interpreta­ ción engelsiana de la religión como ideología (p. 10). Pero entendida de la forma clásica. No se tienen en cuenta los avances experimentados, sobre todo a partir de 1932, en los mismos estudiosos marxistas, debido a las nuevas lecturas de los escritos de los fundadores del marxismo. El neomarxismo ha supuesto un paso positivo en la nueva visión acerca del carácter ideológico del fenómeno religioso y que somete a revisión «científica» la crítica histórica del marxismo-leninismo, intransigente, rígido y, a la vez, poco científico. 4.a El autor, no obstante reconocer que las creencias religiosas cam­ bian al operarse cambios en la vida real, pero no de forma mecánica,

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