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Así las cosas, el grupo B.2 de trocha, que se encontraba relativa– mente próximo a las casas de Ompura "El Tuerto", oyó unas voces amenazantes sin que se hubiera dejado ver nadie de los Aucas. Cun– dió el miedo colectivo, abandonaron el trabajo y CGG tuvo que inter– venir rápidamente para sacar a todos de la zona. Corrió velozmente la noticia por los otros grupos de trabajadores, que se dispusieron a abandonar los trabajos. Otorino y Mariano, que desde diversos puestos mantenían los contactos de amistad con los Aucas, consiguieron detener la desbandada. Por todos estos motivos quería el Sr. Genoux que yo pasase por los grupos de trabajadores para infundirles serenidad. Yo, en cambio, le propuse que me facilitara el aproximarme a los mismos Aucas primera– mente y, luego de estar con ellos, iría con los grupos de trabajadores. Ac– cedió el Sr. Genoux, y hacia las 11 de la mañana aterrizamos en el heli– puerto Yasuní, muy próximo al 34, 6 y cerca de las viviendas Huaorani. Prácticamente todo el grupo Huaorani se hace presente, excepto Ompura y su familia. Vienen también en seguida a saludarme los tra– bajadores del grupo de Galo Rodríguez, entre quienes se encuentra Mariano Grefa; éste ha optado por vivir más tiempo con los Aucas que con los mismos trabajadores. Nos dirigirnos a las casas de Inihua y Cai que, dicho sea de paso, ya no son las de la orilla del Cal1Uimeno donde estuvimos en el viaje anterior, sino unas casas nuevas construidas junto al yuca!, donde ha– bían quemado las viviendas anteriores. Esto de las casas es un lío, por– que, desde el mes de noviembre pasado, han mudado de casa tres ve– ces, quemando unas y haciendo otras. Se hace el reparto de obsequios. De los perros se adueñan: Huane, del "Amu"; Huimana, del "Uda". Tengo que añadir que el piloto se ilusionó tanto del "Miñe" que me lo hizo extraviar en Pañacocha para llevárselo a Guayaquil, empeñando su palabra de traerme otro para Jos Aucas. Hubo que administrar medicina conh·a el paludismo y con– tra una gripe generalizada y mal curada que había afectado a todo el grupo. Hay que advertir que antes se había generalizado entre los tra– bajadores. Más tarde, desde el mediodía en adelante, aprovechando cualquier coyuntura, me esforcé en exponer a los Huaorani el objetivo principal de mi viaje. Debo indicar que en ningún momento dejaron traslucir sentimientos de hostilidad o venganza. Más bien Huane, en nombre de todos, decía en voz alta que "todos somos hermanos". 133

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