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406 FIDEL AIZPURÚA DONAZAR lidad de la confianza social que abarque también a los emi– grantes es uno de los mayores retos espirituales de nuestra so– ciedad. Conclusión Tratando de recopilar en axiomas breves los aspectos más importantes que se pueden extraer de 1 Pe concluimos: • La necesidad de amparo que arraiga en el fondo de la estruc– tura humana tiene soluciones siempre que nuestra búsqueda vaya más por el cauce del corazón de la persona que por me– ras estrategias de amparo material. • El amparo elemental deriva de la conciencia de pertenencia a la familia humana, llegando a la conclusión de que el amparo nos viene más por las personas que por las cosas. • La inclusión y la confianza son las bases de una espiritualidad de la convivencia que puede tener cabida en cualquier cultura, y por supuesto en la cultura secular de hoy. • Por eso mismo, una fe inserta y fraterna puede ser mezclable a cualquier planteamiento social que valore la realidad humana como base de actuación y norte de la existencia. • Una ética humanista es la carta de credibilidad de cualquier planteamiento religioso. Sin ella, sus pretensiones de mezcla con el hecho social se esfuman. • La comunidad, humana y creyente, garantiza la posibilidad de que cualquier anhelo de vida amparada pueda tener un modo histórico palpable y concreto. Sin la comunidad el peli– gro de individualismo deriva en la ley de la selva y, por ende, en el mayor de los desamparos. • La vida de Jesús de Nazaret, su comportamiento y sus mane– ras de pensar, alientan este camino del amparo desde una comprensión y mirada nueva, fraterna y sanadora, de la reali– dad social.

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