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3 1 Todo esto se ío decimos reservadamente para su gobierno, no para que la cosa sea conocida en la Provincia. Haga que el P. Cayetano confiese y predique y no tolere que el y cuantos pueden dejen de ejercer el santo ministerio, con constante y devota actividad. Inútil decir que lo dicho del P. Igualada en cuanto ex-secuiarizado a fortiori vale por el P. [Lorenzo de] Mollina. En cuanto a reemplazar a los ausentes, debemos decirle que el M. R. P. Francisco de Orihuela es Definidor hasta el Capítulo, pues la distancia, si bien dis­ pensa de asistir a la Definición, no por esto quita el título. Por Masamagrell, el M. R. P. Benamejí ya cubre los puestos con las dispensas necesarias. Queda sólo Antequera: el P. Monóvar no puede por ahora dejar la presidencia de Madrid, por ser puesto muy delicado: en el trienio futuro ya veremos si podemos arreglar aquello, pues como V. R. comprendemos cuán útil les será el P. Monóvar. Arréglense, pues, como mejor les pa­ rezca para sustituir al P. Reus; y todos sepan por Dios y por la Orden sufrir la escasez de personal; y recuerden todos que no sólo vosotros sino toda la Orden en general su­ fre de falta de personal, pues contando todos los conventos y residencias de toda la Religión Capuchina el término medio es de 4 sacerdotes y medio por cada casa o con­ vento. La generosidad de los sacerdotes, que deben hacer todo lo posible para predi­ car y confesar, debe hoy en el mundo entero multiplicar los trabajos apostólicos, ha­ ciendo pocos lo que antes muchos, tanto más cuanto aún los pocos tienen en toda la Orden y más en las Provincias antiguar muchos viejos y enfermos que sólo dicen Misa. Esto nos enseña la fe en Dios y la experiencia cotidiana, y con esto V. R. podrá responder a los que sólo piensan en sus necesidades sin acordarse que son iguales y aún mayores las de muchas Provincias en proporción de los conventos, y que las que abundan en sacerdotes son pocas y su abundancia es sólo relativa, vistos los numero­ sos conventos y obligaciones: trabajen, pues, con los medios que tengan, que ni Dios ni la Orden exigen más, y recuerden que al hacerlo alegremente y ex fíde atraen sobre la Provincia las bendiciones de Dios. Bendecimos de todo corazón a V. R. y a todos sus súbditos. Afino. P. y s. en Xto. Fr. Bernardo de Andermatt, Min. Gl. Cap. (Escrita por el P. Calasanz y firmada por el P. Bernardo) •k k -k k [CARTA DEL MINISTRO GENERAL AL MINISTRO PROVINCIAL SOBRE CIERTAS QUEJAS CONTRA EL GUARDIAN Y ELVICARIO DEL CONVENTO DE ORIHUELA (13 marzo 1892)] [APCV 0 3 0 /3 /m ] Roma, 13-3-92. Carísimo M. R. P. Provincial de Toledo: Hemos leído atentamente las explicaciones que nos da sobre los asuntos de que se quejaron a Nos los PP. Guardián y Vicario de ese convento, y como no tenemos la menor duda de la veracidad y lealtad de V. R., creemos sin vacilar que en V. R. está la verdad y razón en el presente caso.