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18 España para que se os pidan los m enos sacrificios posibles ya en América ya en Oceanía. El Señor le llene de bendiciones y V. R cuente con el apoyo y cariño del que con tanta franqueza le escribe para que cese para siempre la tentación de creer Roma poco informada de vuestras necesidades, o indiferente a vuestro bien y a la vida y porvenir de la Provincia, tentación tanto más peligrosa como menos temida y reves­ tida con capa de celo por la vida y aumento de la Provincia. Penétrese V. R. de todos estos sen tim ien tos e incú lque los a sus súbd itos, pr inc ipa lm en te a aque llos (poquísimos por fortuna) que son poco escrupulosos en juzgar los actos de Roma y de los que ayudan al P. General en la Curia Generalicia, de lo que más de una vez llegó a Nos triste eco. Imiten si es menester a fe y confianza de Abraham y no cierren las puertas a las bendiciones del cielo sobre el número y calidad de futuras vocaciones con miras raquíticas e interesadas sobre el personal de la provincia como si estas co­ sas debieran verse con los ojos humanos y no con la fe y confianza en Dios y en Roma, de quien nada os vendrá que no sea saludable. Afmo. en Xto. Fr. Bruno de Vinay, Proc. Gen. Cap. (Escrita por el P. Calasanz y firmado por el P. Bruno). * * * * [CARTA CIRCULAR DEL MINISTRO GENERAL A LOS CAPUCHINOS DE ESPAÑA (6 enero 1891 )] [APCV 0 3 0 / 2 / b ; 0 3 3 0 / 4 ] Nos Fr. Bernardo de Andermatt, Ministro General de toda la Orden de FF. MM. Capuchinos (1. i.). A nuestros muy amados hijos en el Señor, los religiosos Superiores y súbditos de las Provincias de España y sus Misiones, Salud y Bendición seráfica. Concluido felizmente el primer año de vida regular de nuestras Provincias, ins­ tituidas por Nos en Diciembre de 1 8 8 9 , Nos es muy grato dirigiros nuestra voz de Padre y Pastor para que conservéis y perfeccionéis el bien que por la gracia de Dios se ha hecho en cada una de las tres Provincias y sus Misiones, y para resolver algunos puntos dudosos. I. Os exhortamos a que procuréis con todas vuestras fuerzas acrecentar más y más en cada uno de vosotros el espíritu de devoción, santa oración y religioso retiro, evitando el trato de seglares, siempre que no lo exijan la caridad y el sagrado ministe­ rio. Sed enemigos de noticias del siglo, huid de todo cuanto sabe a política y cuidado y solicitud de este mundo. II. Evitad el hacer visitas no indispensables, y en este caso sea siempre con compañero. En las conversaciones y recreos entre vosotros, no se toleren jamás pala­ bras que aun remotamente sean poco edificantes, o groseras, o sólo propias de segla­ res mal educados, aun cuando no sean malas en sí; y por regla general aborreced la li­ bertad de lenguaje, pues como enseña S. Lorenzo Justiniano: N ih il s ic d is s o lv it m e n - tem, c om p u n c t io n em d is s ip a t, c o n fu s io n em in d u c it , d e n ig ra t hon e sta tem , e t in t e r io - r is gu s tu s d u lc e d in em tepefacit, s ic u t in a n is e t p ra e s um p tu o sa loqua c ita s.

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