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Estudios y Actividades Científicas que nunca había consultado dichas proposiciones en el texto original. 500. Por un Real decreto de 1768, se prohibían enEspaña todos los libros en los que se defendía la cienciamedia, como característica de la escuela jesuítica; y los superiores de Casti­ lla, el 10 de septiembre del mismo año, dabania ordende reti­ rar de los colegios el libro de texto de Gervasio de Breisach, partidario declarado de aquella doctrina. 501. En las polémicas que se suscitaron en el siglo XVIII sobre la persona y sistema de Raimundo Lull, intervino efi­ cazmente con varias de sus obras Luis de Flandes (+1746) en contra del benedictino Feijóo; le apoyaron Marcos de Tron- chón y Rafael de Torreblanca. 502. Luis de Antequera (+1722) entra en liza contra el Dr. Manzaneda, quien opinaba que, para la curación de enferme­ dades, les era necesario a los capuchinos desprenderse del há­ bito a raiz de la carne. Contra este parecer escribe su Apolo­ gía del capuchino enfermo (Sevilla, 1679). Más tarde Jerónimo José de Cabra (+1809) lanza una obra, dividida en dos partes (Madrid, 1787) contra ciertas proposiciones referentes a “eco­ nomía civil y comercio” del Sr. Normante, defendidas también por el Sr. Melón. El propósito del P. Cabra era, además, salir en defensa del Bto. Diego J. de Cádiz que, en la misión de Zaragoza, había denunciado los errores contenidos en el opús­ culo del Sr. Normante. Para acallar la polémica, la inquisición mandó retirar las obras de uno y otro contendientes. 503. En las luchas del primer cuarto del siglo XIX contra el liberalismo, lamasonería y otros errores, que transformaban el orden político y religioso existentes en la sociedad y las rela­ ciones Iglesia-Estado, tuvo una actuación brillante (y, desde nuestra perspectiva, bastante reaccionaria) Rafael de Vélez-Má- laga. También actuó en el mismo sentido Fermín de Alcaraz. Ambos ocuparían después altos cargos en la jerarquía ecle­ siástica. 255

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