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1 “ CEN TEN ARIO DE LA RESTAURACIÓN DE LA PRO V IN C IA CA PU CH IN A DE AN D ALU CÍA ( 1 8 9 8 - 1 9 9 9 ) Celebra sus fiestas patronales el 11 de julio en honor de san Benito y la feria de ganado a mediados de agosto. Calles, edificios y campos que conoció de niño Fernando Infante Pi­ neda, nuestro P. Marcelo, que nació en Campillos el 30 de enero de 1881. Justamente ese invierno será uno de los más fríos que recuerde Europa. Los ríos españoles se han desbordado casi todos. En París, heladas las fuentes y paralizados los trenes, los termómetros marcan 17 grados bajo cero. Inglaterra se encuentra cubierta de nieve y azo­ tada por los huracanes. A Alfonso XII le han buscado segunda mujer en la corte de Viena, María Cristina. Se casaron y esperan un hijo para el próximo oto­ ño. La política española alterna entre estos dos nombres: Cánovas y Sagasta. Fernando Infante, cursó Humanidades en el colegio de san Luis de Antequera, ciudad en la que conoció a los Padres Capuchinos, nacien­ do en él la vocación que culminaría con el ingreso en la orden, donde vestiría el hábito capuchino el 16 de febrero de 1896, emitiendo su profesión simple al año siguiente y la solemne tres años después. Fue ordenado sacerdote el 6 de junio de 1903 y nombrado Lector de Filosofía en el convento de Granada. Desde que se hizo religioso, la santidad fue la meta y la aspiración de toda su vida. “Con el pensamiento siempre fijo en Dios, -escribió tras su muerte el P. Sebastián de Ubrique- trabajando día por día en su santificación, buscando sufrimientos, trabajos, humillaciones, llevando su desprendimiento, su obediencia y su pobreza hasta los últimos lími­ tes; realizando, a fuerza de mortificaciones y de abnegación, el ideal de la santidad que es la imitación perfecta deJesucristo, parecía decir a todos con voz muda, pero elocuente: ‘Así se vive’. Solamente así se comprende este pensamiento suyo, que ahora recordamos: ‘Ahí está la equivocación del mundo -decía- en que por no dirigir a Dios la intención de las obras, la mayor parte de ellas no tienen mérito para

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