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FR. ROQUE DE BORDÓN A los mencionados religiosos ilustres por sus virtudes y gran piedad, debe también asociarse el nombre de Fr. Roquo de Bordón, Hermano lego, quien desde los primeros instantes de su ingreso en la Orden, se esforzó con todas las fuerzas de su alma en arrebatar el reino de los cielos entr*e los indoc­ tos, aplicando sus manos a toda clase de buenas obras y diri­ giendo todos los afectos de su corazón a Dios, por quien siem­ pre suspiraba. Fué asiduo e incansable en el trabajo, de tal manera que, debita proportioiie, podía decir corno el Apóstol: “ He trabajado más que los demás” . Era tan taciturno, que rafas veces podía ser inducido a quebrantar el silencio que se había impuesto, a no ser que se le preguntase alguna cosa, y si le acaecía tener que hablar poi' necesidad con seculares, el tema de su conversación con ellos era de Dios y de las cosas espirituales, inculcando en sus espíritus el amor de Dios, el odio al vicio, el amor a la virtud y el aborrecimiento y detestación de la ma¡la vida pasada. Fué amantísimo de la pobreza, y de padecer' necesidad, y a fin de no desviarse del camino de su profesión religiosa, quería pasar, siguiendo el ejemplo del pobrecillo de Asís, y de hecho pasaba su vida a manera de los mendigos, con mu­ cha escasez y aun falta de la cosas necesarias. Usaba un há­ bito rústico y austero, por ser esto símbolo de los deshereda­ dos de los bienes de fortuna y constituidos en suma pobreza. Siempre se mostró alegre para ejecutar cuanto la obedien­ cia le ordenase aun cuando fueran cosas difíciles, confiando tanto en el poder de la misma, que fortalecido por ella se juz­ gaba capaz para arrostrar* cualesquiera obstáculos que se le opusieran. Buena prueba dió de ello en ocasión en que le vino — 218 - -

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