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BiENVENÍDO DE ARBE1ZA a los religiosos misioneros, llegando a apedrear el convento donde vivían y haciendo otras manifestaciones de oposición y hostilidad 8 • El ro de abril el P. Ricardo volvió a Manila, predicando en Quiapo las Siete Palabras en español, y el P. Román fue a Lucena, donde predicó en tagalog el sermón de la Sole– dad 9. Después de una temporada de activo apostolado misio– nal volvieron a Manila el 25 de abril, rodeados del aprecio y veneración de las gentes. En Lucena fue tal el entusiasmo popular, que una nea señora del pueblo, ofrecióles una hermosa casa, para que se establecieran allí permanentemente. 8. Dice el P. Román: "Al domingo siguiente fuimos a Lucbán, con muchos caballeros de Sariaya, que nos acompañaron, temerosos de al– guna emboscada de los aglipayanos, que pululaban por allá. No pasó nada. A la tarde empezamos la misión y, en medio del sermón, unos hombres empezaron a gritar en la iglesia diciendo : "nosotros no tenemos pecados". Luego se marcharon. Durante la cena nos apedrearon el con– vento... Pero no hacíamos caso porque el fruto era copiosísimo y pusi– mos 4.000 formas en el copón. Por desgracia, señalamos la Misa Mayor para la Comunión General, y al llegar el momento de la Comunión, no había hostias consagradas. En la puerta de la iglesia hubo un alboroto de mil diablos entre el cura y un jefe de los aglipayanos, a quien se le impedía la entrada al templo. Gracias a Dios, el P. Moisés que hacía de parí-parían allí, sacerdote apóstata, se convirtió y enseguida le dieron la parroquia de Candelaria". 9. Según los apuntes citados, escribió el P. Román: "El Padre Ri– cardo y el P. Francisco se retiraron a la segunda semana; yo prediqué el sermón de las Siete Palabras en Tayabas y, acabado el sermón, pasé a Lucena, donde prediqué el Sermón de los Dolores con gran alegría del P. Pajarillo. Por el sermón de las Siete Palabras y el de los Dolores me dieron P. 130,00. Fue día de grande alegría para Dios y la Virgen y la Orden... Todos estaban entusiasmados con nosotros .. ; a los cuatro meses me crucificaron en Sarfaya". Papeles citados. 150