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BIENVENIDO DE ARBEIZA "No es desconocido a V. E. Iltma. el fracaso del proyecto de Fundación en Sorsogón... No necesito expresarle ni siquie– ra sucintamente la historia del proyecto ... De todo se halla ya V. E. enterado por medio de mi querido súbdito el P. Román. "Ahora pues vengo a depositar en vuestro pecho paternal un pensamiento que acaricio y que, llevado a la práctica por V. E., nos resarciría con creces del fracaso de Sorsogón. "Aquí tengo una comunidad (que espero aumentar pron– to en número) de sacerdotes jóvenes, llenos de fuego y que sólo desean se les dé campo, donde aesarrollar sus energías y celo apostólico. "Ahora pues, Excmo. Sr., yo le ruego vuelva hacia nos– otros sus ojos y nos tome bajo su especial· protección por nuestra misma pequeñez... Nosotros no podríamos tomar parroquias a la manera de otras Ordenes Religiosas. "Queremos, ante todo, conservar la vida regular en cuan– to sea posible con el ministerio apostólico. No dejaría yo pues bajo ningún concepto vivir solo un religioso de mi Or– den y ni aún siquiera dos solos, ni tres solamente, viviendo algo lejos de esta Capital. "Nuestra intención es instalar pequeñas comunidades a fin de guardar el espíritu ae nuestra Orden, dedicándonos al mismo tiempo a la salvación de las almas. Nuestra abso– luta pobreza no nos permite emprender la edificación de ningún convento, ni los tiempos son los más a propósito para tales empresas. "Por eso Excmo. Sr., mi pensamiento es que V. E. nos dé alguna parroquia grande y céntrica, para que, teniéndola por base de nuestras operaciones, después de administrarla lo mejor posible. podamos también ayudar a otros pueblos circunvecinos... La delicadeza de mi corazón no permite in– dicar a V. E. una parroquia particular, pues no puedo pre- 120