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52 P. GULI N A Media hora después, cuando el reloj de la Catedral (si en Pingliang hubiera Catedral o siquiera reloj) toca– ría las doce de la Noche Buena, el agua bautismal que con una jarrita derramaba su Ilma. sobre las frentes de los nuevos cristianos, repicaba en el fondo de la jofaina, como las campanillas de la noche de Navidad".

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