BCCAP000000000000125ELEC

A:-\l,;ARIO ~USJO:-IAL H3 besar sus crucifijos a la gente que impaciente se avalanzaba sobre ellos, para testimoniarles su cariño, su sentimiento, sil generosidad. Fué la admiración de un pueblo ferviente, que conoce el sacri· ficio del misionero y no lt: rt!gatea el aplauso. Ola grato, grandioso final de la jornada misional, que durante esta semana de Ago~to se iba desarrollando en el Convento de P. P. Capuchinos de San Sebastián. El trabajo rind;ó su fruto. Directores, predicadores, organiza– dores de estas fiestus, satisfechos, contentos, pudieron escuchar los más calurosos elogios, las más férvidas felicitaciones. Eran dt: justicia. justo es que yo haga repercutir una vez más ese aplauso de triunfo en tantas almas após\oles desconocidas; un deber es para mi, el hacer llegar como eco de inextinguible plegaria hasta los más recónditos lugares en que viva y se esconda una misionera 11 pro Kansu" la palabra de gratitud de los misioneros; una obligación de– bida es para mí, el hacer conshtr donde radicó la eficacia y el éxi– to del dla misional. L a Exp osic i ón M isi o n a l La gran expansión del espíritu misional, que en el día de •La Despedida de Misioneros• se vivió en la ciudad de San Sebastián, se debe preferentemente a la labor realizadu por ese grupo de almas amantes de la misión, que con un celo siempre creciente trabajan tan abnegada como desinteresadamente por nueMra misión del Kansu. Las Socias del Ropero Misional de San Antonio de Padua pren– dieron el fuego que produjo el incendio. Estas apóstoles desconocidas, que culladsmente venían traba· jando por la misión, organizaron una gran Exposición Misional, en el amplio Salón del Convento deCapuchinos. ¡Este fué el gran clarín de atracción! Abierta del 13 si 26 de Agosto fué el anuncio constante, que a todas partes hacía llegar el conocimiento de las Fiestas Misionales Esta exposición fué l.i gran revelación espiritual del pueblo donostiarra!! El asombro se dibujó en todos los visihrntes. Fueron, en primer lugar, los veraneantes de las diversas regiones, los que por allí pa· saron, comtemplando atónitos aquellas diversidades de trabajos, verdaderas filigranas de arte. Ellos sirvieron de pr::ipagandistas celosos y activísimos. Las ilusiones forjadas no se vieron desvanecidas. Pué una de esas exposiciones en que todusy cada una de sus 8

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz