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ASL'ARIO MISIONAL l!'i7 menos esparados, es cuando se allanan dificultades, se vencen los obstáculos, y por modo de encantamiento resulta una risueña reali– dad, lo que parecía iba a quedar en sueños de espíritus juveniles. Era el ano de 1926. El M . R. P. Provincial Fr. Joaquín M .º de Beriain regresaba en el mes de mayo a la Provincia después de su larga ausencia girando la Visita Canónica a nuestros misioneros de Guam y de Filipinas, amén de pasar muchos meses en Norte·Amé– rica con miras a una nueva residencia, que sirviera de ayuda y sos– tén a cualquiera otra nueva misión, que se tomara, y de aprendiza– je de la lengua inglesa para aquellos que fueran destinados a las dos anteriores, ya que el Gobierno Norte-Americano exigía el in– glés a los nuevos misioneros, que entraran en aquella Isla, puesta bajo et protectorado yanqui. Su vuelta se enlazaba con el Capitulo General que ta Orden Capuchina, según costumbre celebraba en Roma, y en la Provincia se esperaba el regreso del M. R. P. Provincial, para la visita Canó· nica, que debla celebrar durante et mes dejulio de 19'26. Carta-Circular del M. R. P. Provincial Una carta para anunciar la visita Canónica era de creer que nada nuevo podía encerrar para los religissos, y que fuera de Ja fe· cha que correspondiera a cada convento, ningún otro asunto de in· terés podría figurar en ella. Y en esa Carta, se encuentra Ja solución a los grandes ideales misioneros, que en la Provincia se dejaban sentir; y esa Carta es el punto de partida de un nuevo rumbo misional, que se inicia en la Provincia; es et importante documento histórico de Is evangeliza· ción del Kansu por los PP. Capuchinos de Navarra-Cantabria-Ara· gón. En esa Carta nos encontramos con Is noticia de sorpresa para unos, de admiración para otros, de imposible realidad para los más, sin faltar quienes creyeran se trataba de exponer una vez más Is idea latente en la mente de los Superiores de Ja Provincia, pero cu· ya realización sería difícil, quizá del todo imposible. Con sumo agrado y contento, dejando de señalar otros diver· sos asuntos, que en Ja misma Carta Circular se encierran, vamos a transcribir los siguientes párrafos, destinados a comunicar a los reli· giC1sos de la Provincia el nuevo campo de apostolado que ofrenda a todos y a cada uno, para su cooperación y concurso: Finalmente, la ilusión fascinadora, que compartimos con la Provincia, de hacernos cargo de una misión entre infieles y las ansias de apostolado de ¡:fra11 parte de nuestra juventud seráfica, nos l/evaro11 a cambiar impresiones en Roma, duran·

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