PS_NyG_1983v030n001p0079_00840410

III Seminario de la Historia de la Filosofía Española Por tercera vez, del 27 de septiembre al 1 de octubre de este año 1982, un equipo, que estudia con creciente interés la Historia de la Filosofía Española, se ha reunido en la Universidad de Salamanca, para llenar un programa meticulosamente preparado por el infatigable Prof. A. Heredia Soriano. Al comentar la anterior reunión en esta misma revista (27 [1980] 341) recogíamos esta frase feliz de J. Marías: «La principal ventaja de las asambleas es lo más elemental: verse las caras». Testigos de casi todas las sesiones de la reunión de este año y siguiendo de cerca las conversaciones de los entreactos nos parece que la frase de J. Marías se nos queda esta vez algo corta. Ha ido tan allá la intercomunicación entre los miembros del grupo que ya casi nos atre­ vemos a proponerlo como modelo de convivencia intelectual. Cinco días de intensos coloquios que se iniciaban a las nueve de la mañana para concluir alas nueve de la tarde, sin más interrupción que el mere­ cido descanso, no muy largo, de mediodía, daban ocasión a quelas distintas opiniones y posturas mentales pudieran suscitar más de una fricción. Y sin embargo, place constatar lo contrario. Lo cual es tanto más meritorio por cuanto quienes han tomado parte activa eran no sólo de los cuatro puntos cardinales dela península sino también de Francia con su siempre simpático equipo hispanista de Toulouse y de Estados Unidos con sus entusiastas colaboradores. Ante este recuerdo de amigable convivencia parece un deber no silenciar la intervención de la hispanista francesa, Marie Laffranque. Somos muy deudores a la misma por sus estudios sobre García Lorca, Antonio Machado y otros. Pero en esta ocasión somos, sobre todo, deudores a su presencia, impregnada de esa sonrisa de complacencia suma, que emana simpre del alma dolorida y resignada. Imposibilitada

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz