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(46) to. Llegó el Leétor á vna diccion, que ni el, ni su Compañero entcn. dian , siendo assi, que eran Latinos bucnos: Viendo el Portero, que se perdia el tiempo > dixo el significado de aquellos vocablos poco vsados. Se admiro el Escribano , porque le conftaba, que Serafin no havia salu- dado la Grammatica 3 y para certifi- carse mas de el prodigio, le infto al Santo, que discra sobre aquella dica cion lo que entendia; y Serafin para gloria de Dios explicó las varias inte- ligencias de aquellas palabras con tanta erudición, que los buenos ati- nos se admiraron. Volviendo luego d sus casas, miraron el Calepino, y hallaron la variedad de toncep- tos, que les havia profe. rido. el Santo Portero, EJE AA o

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