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(22) negaba de palabra; peró con admi, rable induftria, y dissimulo se lo ofrecia en la.mano, y despues , que el Pobre lo llevaba, clamaba, dando a entender, que se lo havia arrcba- tado. O ingenio de la Charidad de elte Serafin humano! Otras veces, que veia venir al Pobre, se fingia cansado, para que, quedandose atrás, no advirticlfle el Compañero, queiba delante, que: dexaba a los pies del Pobre el socorro, que efte buscaba, En tiempo de rigoroso frio se en- contró con vn Pobre desnudo, y le advirtió, que bien podia tomar de sus ombros el Manto: lo.exccuto assi el Pobre. Llegó Serafin al Conven- «o sin Manto; y haviendo recibido del Prelado vna correccion muy as- pera, solo alegó 4 su favor, que aquel Pobre desnudo eftaba en ne- cessidad mas vrgente, que la suya. Disguítados los Compañeros del Santo con eftas induftrias de el Li- zu mos-

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