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(194) vino. Vino-el Capuchino, sú hermas no, y le aplicó vn pedacito de Abiz to de Fr. Bernardo. O prodigio dig. no de eterna memoría!- A el con. taGto de aquel Sayal bendito, las tri. pas, haciendo vn gran ruido, se pu. sieron en su natural disposicion, y el moribundo abrió los ojos, y dando vna yoz con mucho aliento , clamó assi: O Ffesus mio! Zo efloy fane. Los circunftantes empezaron a gritar: Mi lagro , milagro, «y los vecinos, oyen. do solo en confuso el rumor, vinieron» juzgando, que hayia muerto Vicente; perodo hallaron vivo, y sano, sin mas cuidado, que de ir 4 el Convento 4 dar solemnes gracias a su Bienhechor el, Beato Bernardo. « Como eran tan prodigiosas -eftas Reliquias de el Beato, las respetaba hafta cl mas voraz Elemento. La Mar. quesa de Roca-blanca, guardaba vna partecita de la: Tunica de; el.Beato, y sucedió, que yna vez sc Je ¿cayo en dl ex ne

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