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(162) esse, se acercó al moribundo, y le tocóo-con la: máno. en la frente: gran prodigio! A. el inftante se le- vantó bueno, y tan robufto, que¿ los tres dias se fué a trabajar, como si nada huviera padecido. A Fr. Ignacio de Trapana, cftan: do comiendo, sé le arravessó en la garganta vna espina, y le puso cn rerminos de ahogarse , y buscando algun remedio, encontró por su di. cha a Fr. Bernardo, 4 quien por se- ñas solamente pudo significarle su rrabajo : el Bearo le díxo vna Ora- cion , que acoftumbraba en tales lances, y 1cl punto arrójó la espi- ía, y quedo sin lesion alguna. “Antonio Balsamo, quando eftaba empleado en la fabrica de vn Edifi- cio , cayó desde muy alto, y fué ral el golpe, que por espacio de ocho horas no dió señales de vivo. El Confessor , y los Medicos dudaban mucho, si-vivia; '0-n0 > pero q fin qa eb de