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ES (156) de aquel Pueblo, empezó a clamvar, pidiendo misericordia En efta ocax sion eltaba enla Iglesia orando jun. tamente Fr. Lucás de Cemina, y oyó Jo que Bernardo le decia á el Juez airado en alta voz, que era assi: No quiero , Señor, que hagas esso, no guiero, que lo executeis, Señor, caiga sóbre mi todo el caftigo. 'Elto repe- tia muchas veces, dando golpes en fierta con la mano. Tanra fué la eficacia de elta fervorosa Súplica, que mitigó su Mageltad mucho el caltigo5 porque aunque “sobrevino vna formidable tempeltad de truea ños , y agua , aunque el Rio Sabu= cia, que salió de Madre, arrúino al. gunos Edificios; pero fué todo casi nada, respeíto-de lo que amenaza- ba, y todos, viendo la Tempeltad, temian; y para que assi lo supiessen todos; sin genero de duda; obligó cl Tódo: Poderoso á el Demonio,que lo publicasse 4 su pesar , pues pot; 5 boca