BFCMEP00037-B-25ANT0000000000

(141) empezo a. echarle Conjutos , para que se fuera. Entonces la Soberana Keyna,.soprriendose , le dixo: No temas, que yo soy la Madre de Dios; que he venido aqui a eutretenerme con mi amado Hijo Fr. Bernardo, para consolarle ; goza tu entretanto las caricias y y abrazos de efte Dul- cissimo Infante, a quien de. dia, y de noche deseas con tiernos suspiros. Diciendo efto, depositó en sus bra- zos a el Divino Infante, y el fcliz Religioso sintió tanto gozo el reci. birlo, y apretarlo 4 su pecho, quan- to no puede decirse. Prosiguió la Señora en sus coloquios con Fr, Ber- nardo , y. despues de algun tiempo, volvio 4 tomar á su Hijo Dios, y desapareció: y cl Religioso , que havia-sido traido prodigiosamente, de el mismo modo se volvio a hallar en su Celda, como eftaba antes. Con todo cífto, dudaba:aquel buen Reli- gioso, si cíto havia sido sucño; pero

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz