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(15) si otro cóncepto, sinó que era vn gran pecador : y no poniendo la con- sideracion en las virtudes, y gracias singularissimas de el Cielo, que lo adornaban, solo tenia muy presentes sus pecados, para humillarse, CAPITULO VI, ORACION DE EL BEATO Bernardo, A! passo , que la piedrecita, que he dicho , quetraja en la-boca Fr. Bernardo, le embarazaba la cons versacion:con los hombres, le dexa. ba desocupado, para tratar con Dios; y assi cra su oracion tan continua como la respiracion. No. tenia dife. rencia de lugares, para éelte continuo excrcicios porque enel Coro, en la Celda, en la Cocina, en la Huerta, dentro, y fuera de el Convento, sicm-