BFCLEO00033-H-100000000000000

99 Fray Emílíano de Cantalapiedra r······· ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Llega el mediodía, todos almorzamos rápido y nos preparamos para salir de un momento a otro. Nos despedimos de las cocineras y fuimos a la iglesia a despedirnos de Jesús Sacramentado y pedirle su bendición. A las dos de la tarde, en punto, salimos. Maneja el carro Cesáreo Barrios. Hacemos la señal de la Cruz y agitamos las manos en señal de despedida. En la puerta del internado nos responden con la mano, también la pequeña niña Ana María, hija de los misioneros seglares Cesáreo y Manuela, a ella la sostiene en brazos una niña internado. A los treinta minutos llegamos a la estación misional de la Virgen del Camino. Hicimos una breve parada para rezar una Salve a nuestra Madre y pedirle su bendición. Hasta Santa Rosa tardamos cuarenta minutos, a pesar de que la distancia no era tanta, pero el camino estaba muy accidentado. Seguimos de largo hasta el río Bachichida. SAN ANTONIO DE BACHICHIDA Todos queríamos llegar a nuestro destino. Decidimos ponerle al sitio el nombre de San Antonio de Bachichida, este santo invocado como protector de los pobres, nos tenía que proteger, pues lo que hacíamos era por los pobres barí, acosados y desamparados y amenazados de perder lo que les quedaba: sus tierras. Después que descansamos un rato a orillas del río Bachichida, y teniendo como jefe y guía al bueno de Abel Pete, que como jefe legítimo fue el primero que se tiró al río para atravesarlo, nos adentramos un poco dentro de la selva, pero no mucho, porque la pica había que hacerla pegando a la cerca del potrero, para no atravesar éste, y llegar a nuestro destino más al sur del dicho potrero. Cada cual tuvo que echarse al hombro una buena carga. Nuestra primeraocupaciónfue buscar elmejor sitio para establecernos. Decidimos que fuera cerca del río Bachichida pero en dirección a lo que hoy es Saimadoyi. Esta zona, que entonces era selva virgen, había sido

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz