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98 •••••••• \. M~.1:1:<?.rJq~ ....................................... . invadida... Les dije que, en este momento, los barí sólo contaban con Dios, con los yukpas y con los capuchinos. La respuesta fue rápida y decidida: "Mañanamismo, todos nosotros, vamos contigo a ese lugar para defender la tierra de los barí". Dos ideas eran repetidas de diferentes maneras: que el "Watíá' (hacendado) no salga con la suya y tenemos que impedir que los barí sean obligados a ir a vivir a los picos de las montaña. Sin perder tiempo, esa misma noche se hizo la lista de los voluntarios que iban a ir. Todos no podían, ni debían ir, no se podían desamparar las familias ni los trabajos de la Misión de Tukuko. Al final se escogieron veintehombres, los más aptos. Lo que ibanahacer era un trabajo peligroso: defender la tierra de los barí. No se sabía con qué se iban a encontrar, nadie les iba a pagar por eso, tendrían que vivir alejados de la familia y, hasta pasar necesidad. Pero todos estaban alegres y entusiasmados. Increíble la solidaridad de estos cristianos indígenas, que se jugaban el tipo, defendiendo las tierras de los que hasta hace unos meses, eran sus enemigos. El 14 de abril de 1961, amaneciendo, los veinte yukpas y un servidor participamos en la Eucaristía, (a donde íbamos no sería fácil volver a hacerlo), y la ayuda de Dios sería indispensable. Pasamos después a la cocina donde la hermana cocinera y Manuela Sánchez, la misionera seglar, nos tenían preparada la comida que íbamos a llevar para nuestra larga estancia allá. El misionero seglar, Cesáreo Barrios. nos llevaría largo trecho en la camioneta Power-Vagon; esto nos permitiría llevar más carga ¡Que buena falta nos haría! En la cocina nos dieron abundante desayuno. Contra todo lo previsto, se nos pasó la mañana, corriendo de una parte para otra, hasta que terminamos de recoger todo lo que nos iba a hacer falta, para este trabajo y nuestra estancia allí, que iba a ser un poco difícil y prolongada, y además había que aprovechar la capacidad del vehículo que nos llevaría los veinte primeros kilómetros.