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92 ········\.M~.1:1:~.r.~q~ ......................................... atendidos, tanto en lo referente a la alimentación, como a la asistencia médica continua, con buen dispensario y abundantes medicinas. Aunque el médico iba de vez en cuando, había una hermana enfermera, graduada y con bastante años de experiencia y, si el caso lo ameritaba, se llevaba el enfermo a Machiques o a Maracaibo, el traslado se hacia sin demora, aunque fuera a medianoche. En este campo el misionero seglar Cesáreo Barrios, escribió hermosas páginas de solidaridad y heroísmo, prestando el servicio de chofer, gratuito, sin horario de trabajo, con absoluta responsabilidad y eficiencia. Que la asistencia sanitaria del Tukuko fue ejemplar lo demuestra el hecho de que, a pesar de ser el lugar de encuentro con los "dabagdó" que más frecuentaron los barí, nunca falleció ninguno, de ellos allí. Esto, en contraste con lo que sucedía en las haciendas, otro lugar de encuentro muy frecuentado por los barí, donde fallecieron muchos, casi siempre, por no haber allí maneras de llevar a los pacientes al médico, cuando todavía se estaba a tiempo. También los barí estaban expuestos a perder, todavía, más terreno del que habían perdido ya. El gobierno nacional, a petición de los misioneros capuchinos, había decretado la Zona Indígena Reservada, aplicando el artículo 2º de la ley de Reforma Agraria. Teóricamente era una solución a ese problema. LA LUCHA POR LA JUSTICIA Pero, realmente, los barí seguían expuestos a perder mucha más tierra. De hecho, en medio del Valle de los Motilones (que coincidía con la Zona Indígena Reservada), había una hacienda, recientemente levantada sobre las tierras ocupadas ancestralmente por los barí, y de la que fueron desalojados por la fuerza. En páginas anteriores se hizo alusión a esto. El dueño de esa hacienda no cesaba de adelantar las cercas de dicha hacienda, poco a poco, pero sin parar, rumbo al sur, sobre las tierras del Valle ocupadas por los barí. De buenas formas, varias veces, se le dijo al hacendado en cuestión, que, por favor, no siguiera adelante. Al parecer el plan era avanzar hasta la confluencia de los ríos Bachichida y Barakay.

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