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60 •••••••• \ . !1~.1!1:<?.r.~q~ . ........................................ me tocó trabajar bastante, quedé muy satisfecho de la experiencia y conocimiento de las costumbres y tradiciones zulianas. Acercándose el Día de los Difuntos fui al cementerio a limpiar la tumba del P. Luis de Jabares. Era justo que ese día estuviera decente. Estamos ya en el mes de noviembre y como no había nada especial fuera del trabajo ordinario, acepté la invitación del Padre Superior de recoger limosna, por el pueblo de Machiques, para ayudar con ella a la Misión del Tukuko. Con mucho gusto lo hacía, pues eran muchas las necesidades. Así estuve casi todo el mes. Entrando diciembre, hubo que ir sacando las cosas para hacer el nacimiento, pues éste debía estar instalado para el inicio de las Misas de Aguinaldo, el día 16. Estas Misas se celebraban de madrugada, iba mucha gente, tanto jóvenes como mayores, se celebraban con mucha devoción y alegría y terminaban el 24 por la mañana. Con la terminación de estas misas, que es la mejor preparación que se puede tener para celebrar el nacimiento de Jesús, celebramos este acontecimiento en la Santa Misa de media noche. Esa noche y todo ese bendito día está presente el amor tan grande que tuvo Cristo al hacerse hombre, nacer en un pobre establo, y después, quedarse para siempre entre nosotros, en la santa Eucaristía, para hacernos compañía y darnos su Cuerpo y Sangre en alimento. Después de ese día de Navidad viene el principio del año nuevo en el que entramos, pidiendo la ayuda de Jesús, María y José para cumplir en todo la voluntad de Dios. Pasadas las fiestas, y con fecha 7 de enero de 1957, me dan la noticia de que van a comenzar, dentro de pocos días, los Ejercicios Espirituales, que serían en nuestra casa de Machiques. Por tanto, había que preparar hospedaje para diez religiosos que venían de fuera. ¡Que difícil era eso! Pero inventando esto y lo otro, preparando aquí y allí, se pudo solucionar la cosa. Entonces me acordé de este refrán: "Discurre más un hambriento