BFCLEO00033-H-100000000000000
46 •••••••• \. M~.1:1:~~~q~ ....................................... .. que iban a construir la iglesia, había que pensar en la comida. Las vías de comunicación eran tan malísimas, con cinco pasadas por el río Tukuko, que a veces, ningún carro se acercaba. Por lo tanto, el único remedio que había, era que la misión tuviera su propia base de alimentación: carne, leche, huevos, plátanos, yuca, maíz, guineos etc. La carne, la leche y los huevos ya los había hacia tiempo; otras cosas también, pero no en cantidad suficiente. Por lo tanto, había que sembrar más para salir a flote en caso de apuros y urgencias, como pasó en el mes de julio que estuvimos quince días sin poder salir a Machiques por la crecida del río y apuramos todo lo que teníamos en casa, de reserva, y parte de lo sembrado por los internos. Por esta razón, al principio del año, agrandamos el campo de siembras y sembramos otras cosas nuevas. Se hizo pronto y bien porque éramos más gente y teníamos ánimo de trabajar. Se daba clase mañana y tarde, y después de éstas se iba a trabajar. Había tiempo antes del almuerzo, al medio día, y antes de la cena de la tarde. Gracias a Dios siempre hubo suficiente comida. LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA Una de las cosas que esperábamos hacer en este año, era la construcción de la iglesia, que se hizo entre los edificios habitados por los internos e internas. Se comenzó a mediados de abril. Me quedé sólo en la Misión, pues los dos sacerdotes que estaban conmigo, marcharon en campaña con varios indígenas del Tukuko, con intención de hacer el primer encuentro con los indígenas barí. El P. Fidel, que estaba en Casigua, fue por el río Catatumbo tratando de conseguir el mismo objetivo. Después de sufrimientos y penalidades regresaron, fracasados, aunque tal vez aparentemente, porque sí los vieron, y uno de los indígenas que iba con ellos, que era barí, les gritó en su idioma, con la seguridad de que lo oyeron. Tardaron unos días en volver al Tukuko y llevaron alguna cosa que encontraron por el camino, de las que se les cayó a los barí cuando salieron huyendo. Recibieron una grata sorpresa al ver lo adelantadas que iban las obras de la iglesia en tan poco tiempo, a pesar de las lluvias de la segunda quincena de abril. Al llegar los sacerdotes de la expedición,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz