BFCLEO00033-H-100000000000000
182 •••••••• \. M~.1!!<?.~~q~ ....................................... .. me volví para atrás. El sitio más cercano, habitado, era la vivienda de Makre, padre de Guadalupe Kianshushi y suegro de Gregario Pueye. Al vernos llegar se puso muy contento y, enseguida me ofreció comida y un lugar bien limpio y ordenado para poder descansar yo. Como era ya más de media tarde e íbamos bastante cansados, nos quedamos allí. Más tarde fueron llegando las familias que vivían cerca, tanto mayores como pequeños, éstos últimos, como de costumbre, alborotando... Pude darles catequesis de manera tranquila y por bastante tiempo. El ambiente era tranquilo y todos escuchaban con interés y atención. Al final les enseñé unos cuantos cantos religiosos y, sobre todo los pequeños, gritaban, más que cantaban los cantos, pero eso sí: con mucho entusiasmo. Después, todos a descansar. Descanso bien y amanecimos esperando las mulas que estaban en Psikakao y que habíamos mandado a buscar. Comenzamos el descenso con calma, hicimos paradas en Kiriponsa, Kanobapa e Ipika, alguna vez tuvimos que desviarnos del camino, pero era importante aprovechar la ocasión para saludarles, darles un poco de enseñanza religiosa, etc. Yo lo hacía con mucho gusto aunque iba muy cansado y molesto pues la mano del dedo averiado estaba muy hinchada y me dolía. Al Tukuko llegamos al atardecer. La gente de allí se alegró mucho de vernos regresar sanos y salvos. Después de saludar a los religiosos y religiosas, marché esa misma noche a Machiques. Tengo que dejar constancia, de la buena voluntad de los yukpas que me acompañaron, lo hicieron desinteresadamente y gustosos, su compañía y apoyo no tiene precio. Algunos de ellos también dieron catequesis a los más pequeños. En Machiques, el doctor Ciro Ocando vio mi mano. Al cabo de un tiempo todo estaba normalizado. Mientras se conseguía un vehículo para las diligencias de Machiques, estuve ayudando al P. Clemente, llevando carga con el carro de Saimadoyi, hasta el Rodeo. Como pasaba delante de la entrada del Tukuko, me podía
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz