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115 Fray Emiliano de Cantalapiedra ¡"" •••••.. •••••••••••••••••••••••••••••·•·•••••••••••··•••••••••••• La situación en que vivíamos nos hacia comprender lo misericordioso que es el Señor para sus hijos necesitados y que confían en él. Éramos veinte yukpas adultos, cuatro más jóvenes, y un servidor. Empezamos, nada más llegar a este nuevo sitio, a trabajar con intensidad y constancia aprovechando bien el dia de la mañana a la noche. Claro está, los cazadores lo hacían de noche. Además de los trabajadores, había que proveer la alimentación de los barí que iban y venían y que a veces pasaban de cincuenta. Trabajábamos no sólo para el presente, sino para el futuro, convencidos de que la población iría en aumento y que, cuanta más seguridad ofrecieran los alimentos mayor facilidad tendrían los barí para establecerse allí definitivamente. Los yukpas, los barí y los misioneros formábamos una comunidad bien unida. Las semillas y plantas para los conucos y potreros los traíamos o de Bachichida o de Santa Rosa, esta estación nos quedaba a 20 kilómetros de distancia. Llevamos hasta macollas de paja para los potreros, en gran abundancia, en mula y al hombro. Fue así como pronto las buenas mulas tuvieron garantizado el alimento. Cuando ya teníamos asegurada comida abundante, los viajes fueron menos frecuentes. De todos modos seguían siendo la única forma de meter a Ogdebiá los materiales que el P. Adolfo compraba en Maracaibo o en Machiques. Naturalmente, un servidor tenía conciencia de que era religioso y misionero, y que el cultivo de la vida cristiana era primordial, tanto para mí como para los yukpas y barí. Se rezaba mañana y tarde, el santo rosario todas las noches antes de dormir. Yo les hacia lecturas, sobre todo del evangelio, se las explicaba y repasaba el catecismo. Desde el momento en que llegamos a San José, reservamos una parte de la casa, la mejor, pues allí nunca entraba el agua, para capilla, en donde pudiéramos tener el Santísimo reservado. El P. Adolfo celebró la Misa y reservó el Santísimo. ¡Ahora si que se completó la cosa! A pesar de

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