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112 •••••••• \. M~.1?!~~~q~ .. ..................................... .. y paz... Esta alegría y paz, iba a durar hasta la próxima arremetida de los que, abundando en dinero resultaban insaciables y sólo quedarían satisfechos si se salían con la suya. De momento habíamos asegurado una porción de terreno que quedó fuera de peligro. De todos modos, todo era provisional, hasta tanto los barí no se establecieran allí, donde ya estuvieron y los expulsaron, por ahora nosotros mantendríamos ese espacio y lo atenderíamos con el mismo interés y sacrificio que hasta ahora. Las siembras y las instalaciones que se hicieron quedaron para beneficio de los barí que iban y venían y allí encontraban alojamiento. Al recordar esto no puede uno menos de tener un recuerdo agradecido para los yukpas cristianos, del Tukuko, que, generosamente trabajaron y se sacrificaron, como se dice popularmente, haciendo la segunda a los barí para que no perdieran sus tierras. La fiesta de nuestro santo patrono, San Antonio de Padua, fue precedida por un triduo de suplicas y oraciones. Su fiesta la celebramos con todo fervor y agradecimiento. Mucho teníamos que agradecer su protección y amparo en estos dos meses que llevábamos allí. En Bachichida, y después en Ogdebiá, donde pensábamos que la permanencia seria muy prolongada, aunque no fue asi, se motivó la unión de familias barí, con intención de atraerlas y que se establecieran allí otra vez. Permanecí entre los barí, en esta primera estancia, desde el 1 de enero de 1961 hasta el 11 de julio de 1962. Años mas tarde volvería a la motilonia pero en el otro extremo de valle. La mudanza de Bachichida a Ogdebiá tuvo lugar el catorce de junio de 1961. como ya he dicho este camino fue andado cientos de veces en una dirección y otra acarreando materiales para echar las bases de este centro misional. Por eso nuestra instalación en Ogdebiá fue fácil. Nada más llegar nos acomodamos lo mejor que pudimos en la única casa que había, pero que en comparación con los ranchitos de Bachichida era como un palacio; aunque la vivienda de cualquier campesino era mas cómoda y confortable. Nosotros dábamos muchas gracias a Dios y a la Santísima Virgen por encontrarnos aquí,
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