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110 •••••••• \. M~.l!!~i:~q~ ... ...................................... donde llegaron los misioneros capuchinos el día 22 de julio de 1960, en helicóptero, fue bautizado con ese nombre. Los helicópteros eran dos, en uno iba el P. Romualdo de Renedo y en el otro el P. Vicente de Gusendos. Dieron varias vueltas en torno al bohío y en el que iba el P. Romualdo bajó lo más que pudo, sin tocar tierra. El padre saltó y cayó en el suelo. Todos los barí huyeron despavoridos a la selva. Sólo quedó un anciano que no podía correr. El padre fue y lo abrazó. El anciano temblaba de miedo y también, de emoción, el P. Romualdo. Ambos hablaban sin entender nada de lo que decían. Los barí, que los observaban desde sus escondites fueron saliendo poco a poco y acercándose, con miedo y precaución a los dos amigos que no paraban de hablar. El padre saludaba a todos y los tocaba, se fue creando confianza. Los helicópteros al ver que no pasaba nada, decidieron aterrizar. Los pilotos, los padres y los barí celebraban el encuentro entre asombro y alegría. Los visitantes sacaban los regalos que traían y los daban a los barí, que los recibían con alborozo. En este alboroto, el P. Romualdo, fue a buscar el estandarte de la Divina Pastora, para enarbolarlo en el bohío. Él había pensado traerlo para la ocasión y estaba seguro de haberlo metido. En medio de tanta confusión, todo fue en vano: no apareció. Pasada la euforia del primer momento, deciden hacer comida. Al abrir el saco de arroz apareció una imagen de la Virgen de Fátima. La hermana cocinera, al preparar los paquetes de comida, pensó que la mejor compañía en empresa tan arriesgada, era la Virgen Madre de Dios y sin pensarlo dos veces, agarró la imagen de la Virgen de Fátima que presidía la cocina, la envolvió y la metió entre el arroz, para que fuera segura. De esta manera, la primera misa celebrada en tierra barí fue ante la imagen de la Virgen de Fátima. Esa imagen fue colocada dentro del bohío. Allí la vi yo, cuando cuatro meses después del primer encuentro, visité ese bohío. Monseñor Ángel Turrado Moreno, primer Vicario Apostólico de Machiques, quiso que la Virgen de Fátima fuera Patrona y Protectora de
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