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104 •••••••• \. M~.1!!?.1:~q~ ....................................... .. La casa que hoy se comenzaba tendría techo de zinc, paredes de palo y piso de cemento. Para eso estábamos almacenado material en Bachichida. Comenzamos con la Santa Misa, la primera en cuatro días. De ahora en adelante, normalmente, sólo los domingos, que la celebraba el padre en Santa Rosa. Allí iríamos nosotros. Terminada laMisa enSanJosé de Ogdebiá tuvimos elbueno, abundante y sabroso almuerzo que nos prepararon las benditas hermanas de la Caridad de Santa Ana, con las buenísimas cosas que ellas, con todo el cariño, habían traído desde el Tukuko. El almuerzo se prolongó bastante. Nos faltó tiempo para hablar y cantar cuanto queríamos. Los obreros que iban a construir la casa, hicieron un cobertizo para que pudieran pasar la noche los visitantes. Nosotros, los que estábamos en Bachichida, pernoctamos allá. En nuestro campamento, al llegar, rezamos el santo rosario, tomamos una "Fresca Avená', pues como el almuerzo había sido tan abundante y tan tarde, nadie quería comer. Total nos fuimos a dormir sin cenar, pero con el estomago lleno. El día 20 de abril amanecimos como ningún día, contentos y animados, pues íbamos a tener nuevamente la Santa Misa y, por supuesto, íbamos a recibir la Santísima Eucaristía. Por esta razón tomamos el café muy temprano y enseguida desayunamos, para poder observar el ayuno eucarístico. Cuando llegaron los que habían dormido enOgdebiá, aunque llegaron a muy buena hora, hacia dos horas que habíamos desayunado. Uno de los padres celebró la Eucaristía todos asistimos devotamente y comulgamos. Mientras las hermanas y las niñas nos preparaban el almuerzo, conversamos largamente de nuestros proyectos, temores y esperanzas. Con gusto y agradecimiento comimos a medio día. Después nuestros visitantes regresaron al Tukuko en dos vehículos que habían

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