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El m1s10nero capuchino Alejandro Labaka Ugarte es Obispo de la Iglesia de Aguarico, y el rito de su ordena– ción fue coronado pocos días después, el 16 de diciem– bre, consagrando él mismo en Shushufindi para esta porción de la Iglesia santa como sacerdote al diácono Alberto Calvo del Solar. Alejandro vivía esta primicia de su episcopado con inmensa ilusión y gratitud. "Es otro gran acontecimiento eclesial que nos va a juntar y entu– siasmar a todos los misioneros y misioneras y fieles de Aguarico" (l 4-XII-84). Inés tras las huellas de Jesús, Buen Pastor Cuando murieron los dos egregios misioneros de Aguarico, las hermanas de Inés se acordaron de unas frases apremiantes y encendidas de su fundador, P. Luis Amigó, y para hacer la biografía de Inés, le citaron al P. Luis, cuando el 3 de Mayo de 1926 escribía a Terciarios y Terciarias Capuchinas antes de sus respectivos capítu– los generales: "Vosotros, mis amados hijos e hijas, a quienes El ha constituido zagales de su rebaño, sois los que habéis de ir en pos de la oveja descarriada hasta devolverla al aprisco del Buen Pastor. Y no temáis perecer en los des– peñaderos y precipicios en que muchas veces os habréis de poner para salvar la oveja perdida; ni os arredren los zarzales y emboscadas con que tratará de envolveros el enemigo, pues podéis estar seguros de que si lográis sal– var una alma, con ello predestináis la vuestra" (Obras completas, 1831). Esta referencia al Buen Pastor no es una referencia fortuita. De las mismas Hermanas recibo una hoja de textos bíblicos, titulada Carisma del Buen Pastor, con el aviso de que se trata de una "hoja que frecuentemente usaba la Hermana Inés... Dice, pues, esta hoja: Ezequiel 34, 15-16: Yo mismo cuidaré mis ovejas y las haré descansar, dice el Señor. Buscaré la oveja perdida, traeré a la descarriada, vendaré a Úl herida, 203