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ellos recibirnos, porque tal vez vamos a evangelizar pero somos nosotras las evangelizadas. Hermanas de nuestra querida provincia de San José, no es de nosotras la obra de la misión, sino de todas y es con vuestra ayuda que nosotras podemos hacer algo. A todos tenemos muy en cuenta y recordamos siempre y a cada instante. Pidamos todas juntas al Señor que en– víe obreros a su mies. Pedid al Señor que seamos verda– deras misioneras, seamos verdaderos testimonios ante los pobres, humildes y marginados que viven con ñoso– tras. A todas vosotras encomendamos esta obra que en parte, por medio de estas crónicas, podéis conocer un poco. * * * Los Huaorani quieren vivir junto a la misión El dia 6 de abril de 1981 marca una fecha histórica para la vida de los Huaorani. Un grupo de Huaorani han bajado por el rio porque quieren vivir en la tierra donde vive el Capitán Memo y su gente. Alejandro se en– cuentra en España, en el capítulo provincial. Tres sema– nas más tarde de este advenimiento, cuando todavía los Huaorani circulan por Rocafuerte, Juan Santos, que tie– ne una pluma embrujada y a quien con enormes bigotes le sobra humor y cariño, escribe una carta al Capitán, dándole menuda cuenta de todo lo sucedido. Traigamos nombres, para que sepamos que hay gente, mucha gen– te, que ha venido: Agnaento, Yaye su mujer y Yacata; Cai, Huiyacamo, Deta, Huibabo, Gabamo, Apamo, Datane y Guimae; Inihua, Araba, Obe y Bainka. Quieren vivir cerca. Se han hecho gestiones con el Municipio para darles un terreno, donde se podría em– plazar el primer poblado Huao. Inés está muy presente en esta llegada de los Huaorani que quieren insertarse en esta civil.ización distinta. 179