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"Los Sionas y Secoyas están en general muy inquie– tos -apunta Santos- porque dicen que los colonos es– tán invadiendo sus tierras. Así lo expresa Rubén, un vie– jo Siona: 'Nosotros hemos vivido desde siempre aquí en las tierras del Eno; Dios entregó a nuestros antepasados estas tierras para que viviésemos'. Está muy enojado el hombre, pero se nota cierta altivez; habla de quejarse al Gobierno, al Coronel, de todas estas anomalías; parece comprender que es impotente, pues el pobre apenas puede expresarse en castellano y ¿quién le ayudará... ? Esperamos que lo hagan los hermanos suyos, los Seco– yas; por ambas partes se están organizando; tienen for– mada una comuna, así la llaman ellos; oficialmente la organización se llama OISE (Organización de Indígenas Secoyas del Ecuador)...• Los tres misioneros han conver– sado con las familias, han tenido sus instrucciones y ce– lebraciones. Por estos lugares han trabajado bastante los misione– ros evangélicos, infundiendo un gran amor a la Palabra de Dios. Santos Dea termina su crónica con unas sugerencias. "Los viajes de visita pastoral deberían hacerse por lo menos tres veces al año, deteniéndose el mayor tiempo posible en los lugares más necesitados y más abandona– dos. -Y elementos preparados y otros que quieran pre– pararse, sería bueno tenderles las manos para aprove– char de estos elementos en bien de la comunidad y a los otros ayudarles para que se preparen. -El Obispo de la Prefectura (en realidad, en aquel momento no ha– bía Obispo sino Prefecto Apostólico) debería ir por lo menos una vez al año en gira de visita a esos sectores abandonados. - Debería asignarse un presupuesto espe– cíficamente a este fin y el Obispo debe alentarles a los feligreses de esos sectores con continuas Cartas pastora– les·. Alejandro añade otras observaciones personales al relato de su catequista. Sí, es muy conveniente, este plan de visitas, ya programado anteriormente. En esta hipóte– sis "se p"odrían intensificar campañas de evangelización 164