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por el río Dicaron cuando se fuese la Compañia. porque nosotros vivimos en Nuevo Roca.fuerte. Creo que com– prendieron la idea por los comentarios que suscitó. Pero me llamó poderosamente la atención la observación de la inteligente Buganey: - Ten cuidado; porque los Tagaeri viven ahí y te pue– den matar con /anza"(Crónica Huaorani, 64). Nos interesan particularmente las reflexiones que en aquel momento se hizo el P. Alejandro con respecto a la evangelización. Estas son sus palabras: "Buena Noticia·. Otra de mis preocupaciones: ¿Cómo dar a entender con el mensaje de la palabra la Buena Noticia, cuando desconozco completamente su lengua? El crucifijo colgado de mi cuello ha sido uno de los medios. - ¿Qué es esto?-preguntaban. - Este es Jesús. Su Madre es María -y besaba el Cristo. - ¿Qué es esto?-repetían otros. - Es Jesús. La Madre, Maria - les repetía en Huao. Mientras, queriendo completar el mensaje que, es– pero, el Espíritu Santo les haga entender, añadía en otras lenguas, como quichua, euskera, castellano: - Murió por nosotros en la cruz; resucitó y vive en nosotros. Una vez quise decirlo en chino y me trabuqué de palabras; quiztís fue la vez que más me acerqué a de– cir algo que se pareciera al lenguaje de los Huaorani. ¿Aceptación consciente de Cristo? Me quedó la sensación interior de que el Espíritu Santo había obrado en el alma del joven Araba. Un atardecer me buscó dentro del bohío y estabamos casi solos. Con especial insistencia me preguntó por el significado del Cristo crucificado. De pronto escuché claramente que me decía la palabra con que ellos designan al Crea– dor, preguntándome si Jesús es el Creador. Casi sin danne cuenta afinné mi convicción con un movi– miento de cabeza. Entonces el joven, con especíal re- 147
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