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tar donde se estaba; aparte de ello, los capuchinos se mostraban buscadores desde la onda que les llegaba del CEFEPAL, en el Cono Sur, un Centro de Estudios Fran– ciscanos y Pastorales para América Latina. El Superior Regular de la misión puede decir en el capítulo provincial de 1972: "La Orden no posee una so– la casa; no recibimos ningún sueldo de Monseñor; nos facilita únicamente la comida, como a los demás misio– neros; no hay entrada de ningún tipo estilo parroquial o por cualquier otro tipo de trabajo; la única estación mi– sional que poseía la Orden, residencia del Superior Re– gular, con su ganadería (unas 25 cabezas), fue donada a la Prefectura sin ninguna condición·. No obstante el Su– perior manifiesta sus inquietudes, cuando ve que, de he– cho, la vida de los frailes se desenvuelve en medio de mucho instrumental: luz eléctrica, deslizadores, embar– caciones, motoras mecánicas, internados, ganaderías... "La propiedad y administración de todo este andamiaje de una misión de estilo tradicional, es de Monseñor, de la Prefectura, no de la Orden, y tiene una finalidad total– mente social; pero esto es imposible que lo comprendan (los nativos y colonos), ya que nosotros utilizamos toda esta estructura·. El segundo Consejo Plenario se tuvo en Taizé (febre– ro-marzo 1973) para reflexionar sobre la oración. Del sector misionero de la Orden llega una voz de alanna: "Una conciencia viva, sobre todo en los misioneros, de que una acertada solución del problema de la oración es para nosotros cuestión de vida o muerte• (II CPO 3). El tercer Consejo Plenario fue el de Mattli (Suiza) (agosto-septiembre 1978) y el fecundo tema de reflexión fue el de "Vida y actividad misionera". Notabilísimo el documento programático de este encuentro, muy apre– ciado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Un hermano de la misión, el P. Manuel Amuná– rriz, entonces Superior Regular, participó como miem– bro de la asamblea. Entresacamos un párrafo, que es el r etrato del misionero capuchino, que sin duda lo habrían firmado los hermanos de Aguarico, y que refleja 126

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