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cante, pero muy alegres de encontrar al fin el puerto del Hospital Franklin Tello, y allí el P. Manuel, doctor del hospital, el Padre Gerardo y el Padre Alejandro, que nos brindaron fraternal acogida para sentirnos felices desde el primer momento•. Inés va a estar en Roca.fuerte casi todo el tiempo de su vida misionera. Posteriormente, según las notas de Inés, el cuadro de hermanas y ocupaciones -tal continuaba siendo la si– tuación en el momento de dejar Inés Rocafuerte- pre– senta el siguiente panorama: "Hoy somos 4 Hermanas. Hna. Laura (Femández) : Lleva con todo cuidado la estadística del Hospital y colabora con las hermanas en cuanto es posible en el cuidado de los enfermos. Prepa– ra los sacramentos en Nuevo Rocafuerte y visita la co– muna de Sta. Teresita cada 15 días. Hna. Irnelda (Pérez): Tiene un trabajo específico co– mo enfermera y además colabora en la pastoral tenien– do a su cargo un grupo juvenil que apenas si comienza con mil dificultades por lo dificil del ambiente e incons– tancia de las gentes. Da catequesis en la escuela en tres grupos. Hna. oelia (Mejía): Al igual que la Hna. Imelda es enfermera. Da catequesis en la escuela y tiene un grupo de infancia misionera con las mismas características del grupo juvenil. Hna. Inés: Atiende la catequesis de la ribera. Cada comuna tiene sus propios catequistas. Colabora en la pastoral de los Huaorani (Evangelización inicial). En cuanto es posible hace con uno de los sacerdotes las gi– ras apostólicas por el río Aguarico para atender a los Sionas, Secoyas, Quichuas, Shuaras que habitan a lo lar– go de este río y el río Yasuni, habitado por los Huao. Todas indistintamente y con gran cuidado hacemos la pastoral familiar, tarea muy difícil ya que no hay casi matrimonios bien constituidos y hay muchísima indife– rencia religiosa La pastoral se hace en conjunto con los misioneros, 121