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cada vez que tenía oportunidad de manifestar este de– seo lo hacía..:. En aquel 17 de octubre de 1954 Inés tenía diecisiete años y medio, y en estas circunstancias, en este día me– morable del Centenario del nacimiento del Padre Fun– dador, Inés no volvió atrás. ¿Qué pasó en su corazón... ? ¿Escribió aquella noche alguna nota en un cuadernito espiritual...? Su madre le llevó el ajuar para e l ingreso a aquel noviciado de "Getsemaní*, situado en un barrio de Me– dellín, llamado Belén San Bernardo. Con gozoso dolor la intrépida Inés se arrancó de la familia para comenzar aquel día el camino de la vida religiosa. Postulantes y novicias estaban entonces en el mismo edificio, si bien en pabellones distintos. Inés recibió el uniforme de pos– tulante: un vestido negro con esclavina. El postulantado duró unos meses, hasta el 2 de julio del año siguiente, 1955, fecha en que Inés tomó el hábi– to. Presidió la ceremonia el P. José Lozano, terciario ca– puchino. Según el uso que ya hemos visto en el caso de Alejandro Labaka, al comienzo de esta nueva trayectoria, la novicia dejó su nombre para iniciar la nueva vida con un nombre nuevo. La vida religiosa comienza en rigor no con el postulantado sino con el noviciado. Se llama– ria Hermana María de las Nieves de Medellín, o sencilla– mente María Nieves. En años posteriores, como se ha anotado para Alejandro, volvería al nombre bautismal quedando para siempre con el único nombre de Herma– na Inés Arango Velásquez. Cumplido el año de noviciado, el 7 de julio de 1956, Inés hizo la profesión temporal en una Eucaristía cele– brada por el padre Aureliano Restrepo, sacerdote dioce– sano. Inés profesa la vida religiosa con 18 años y unos me– ses. Tenía una apariencia frágil, un cuerpo que no des– cuella por su estatura -1,58 de altura-, pero gozaba de buena salud y dentro le bullía un alma impregnada de grandes ideales. Inés anhela ser misionera. ¡Que aguarde todavía 20 - 1 anos.... 114