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V Inés, la pasión por las misiones La pequeña Inés y su familia Hemos ido acompañando a Alejandro, el intrépido. Detengamos aquí la marcha, porque queremos saber có– mo empezó el itinerario de Inés. Luego veremos cómo aquellas dos vidas -los rios de la vida- se fundieron por gracia de Dios en una sola corriente, honda y fecun– da, allá en la selva amazónica Inés vino a este mundo en tiempo pascual, un mar– tes 6 de abril de 1937, a las 6.30 de la mañana, en Me– dellín (Colombia). Cuatro días después, el 10 de abril, re– cibió el bautismo en la parroquia de Ntra Sra. de Belén de manos de un tío materno, Daniel Ignacio. Los padres de Inés, Fabriciano Arango Franco y Mag– dalena Velásquez Posada -él empleado de la Banca y negociante- vieron bendecido su hogar con el fruto de doce hijos; Inés era la undécima. He aquí la lista de esta herencia patriarcal, que nos adentra en el hogar Arango– Velásquez: Hemán, casado; Fabiola, terciaria capuchina; Orffa, casada; Rafael, casado; Otto, casado; Angela, solte– ra; Magdalena, casada; León, casado; Conrado, casado; Cecilia, terciaria capuchina; INES; Ana Isabel, casada. La descendencia es larga porque varios de estos matrimo– nios han tenido cinco, seis, siete y ocho hijos. Cecilia, a quien debemos el informe familiar, conti– núa: "Por parte de mi mamá teníamos tres tíos sacerdo– tes, dos Jesuitas -uno de ellos, Rafael, fue el primer mi- 107