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Como experiencia nueva los Huaorani examinan repetidas veces los cuadros ilustrados de "Vivió entre nosotros". Cada vez que sale la figura de Jesús les repito: - Este es Jesús; su madre es María. Los días 22, 24, 25 y 26 hemos tenido visitas de los hermanos Huaorani, con quienes hemos podido compartir los aguinaldos que la Compañía mandó a cada obrero: paquetes de galletas, caramelos y al– gún juguete. Nochebuena y Navidad. Los obreros han trabajado como en días normales. Por la tarde de ambos días han cantado a gusto los villancicos que hemos aprendido los días anteriores. Añoran grandemente las Navidades en el hogar y a muchos se les salen casi las lágrimas. La Misa de estos días ha sido un gran consuelo para ellos y para mí: Cristo en un día como hoy irrumpió en la Historia de la Humanidad. ¡Ojalá que este año irrumpa en la historia del pueblo Huaorani, comenzando el año primero de su historia cristiana, hasta llegar a su plenitud en Cristo, hecho Hombre para salvarlos a todos! 27, 28, 29 de diciembre. Los Huaorani han dejado de visitarnos. La razón es porque vamos avanzando hacia el sur, hemos llegado al río Dicaron y ellos dicen que en esta zona están los Tagaeri, que son enemigos de ellos y con quie– nes están en guerra. 30 de diciembre. Llego a Pañacocha para hacer el plan de visitas a las casas Aucas, pues me han notificado que ya están ahí los obsequios mandados por la Procura de la Misión en Quito y por el Hermano Felipe de Coca. Efectivamente, los obsequios son muy buenos: ollas, machetes, limas, anzuelos, sedal, vestidos de mujer... Año Viejo de 1976. Año Nuevo de 1977. Por la mañana tengo que intervenir para animar a los padres del quichua Néstor Lanza Coquinche, Julio Miguel y Catalina, para que 45

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