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La vivienda está dividida en dos departamentos: uno de estilo Huaorani donde viven Tnihua y Pahua, y otro, cubierto con una carpa de la Compañía, donde vive Araba. Este ha evolucionado tanto que se ha hecho una cama con tablones de madera y un colchón de espuma que obtuvo de los trabajadores petroleros; además tiene las dos puer– tas de entrada forradas con red de mosquitero. El Padre Doctor, Manuel Amunárriz, acompañado de las Hermanas Lauritas Inés Ochoa "'Tigantai" y Edita Varela, salieron el lunes, 21 de abril, por la mañana, en el deslizador del Hospital, el "Llaquirishcapa" Se detuvieron en el último campamento donde nosotros habíamos acampado. Lo encontraron totalmente inundado por la fuerte crecida de la noche: el motor, semi-sumergido; la gasolina de reserva, nuestros equipajes y vituallas, sobrenadando en el agua. Estas sorpresas nos pro– porcionan estos ríos, a pesar de ser gentes tan expertas las que hacemos estos viajes. No obstante las recientes hernias de Manuel, sacaron fuer– zas para levantar el motor Johnson 40 HP., aseguraron las cosas como pudieron y reemprendieron la marcha, sin poder aprovecharse de las tostadas de pan, que yacían hechas sopas "de chocolate" . A las cuatro de la tarde eran saludados con grandes muestras de alegría y afecto por el grupo Huaorani y los misioneros de la primera hora. Nampahuoe vive. Es el primer notición del viaje, que nos inunda de alegría inconteni– ble. De mil formas gráficas se esfuerzan los Huaorani en damos a enten– der que vive, aunque se halla postrado en su hamaca; que está asistido por su solfcita esposa Ornare, y que Inihua le visita periódicamente pa– ra llevarle carne de cacería, especialmente de mono chorongo, "gata". Ha aumentado la familia. También es notición. Huiyacamo, esposa de Caí, se presenta con su niña Guima en brazos; Teca, esposa de Huimana, nos muestra risueña otra niña, Tiba, y Buganey, la esposa de Ompura, es la más expansiva de todas al presentar a Manuel a su hijo, pidiéndole que le coja como ahijado, y a quien ya le llama Doctoro Manuel. Todos celebramos albo– rozados estos acontecimientos de familia y comentamos muy favora– blemente el estado general de pequeños y grandes y, el aumento de– mográfico bastante considerable del grupo. 160

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