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Es verdad que los Huaorani piden vestidos, pero antes que vestir– les con nuestras vestimentas, habría que concientizarles del valor y hermosura de sus costumbres y moral familiar que no ha necesitado, hasta el presente, de tapujos de ningún género. Conviene demostrar– les que si para el trato con otros pueblos se tendrán que vestir, no es porque sus costumbres sean malas ni más peligrosas. Hay que evitar, además, una dualidad anormal y ficticia: vestidos por el temor al mi– sionero que los visita y, por otra parte, desnudos en su vida normal or– dinaria. Estas reflexiones me las hice después de observar ciertas reaccio– nes del grupo Huaorani y por nuestras convivencias con ellos. Sucedió en el primer día de nuestra convivencia con ellos. Ya he di– cho que los ríos estaban muy crecidos y, por tanto, estaban inundadas todas las zonas bajas. Las Hermanas y servidor caminábamos por la selva, hacia la casa de Caí, dirigidos por la Srta. Deta y la Sra. Neñene con su chiquito de pecho. En un momento dado, nos encontramos con que el camino se ha perdido en un profundo aguazal de unos quinien– tos metros de extensión. Sin dudar un momento Deta se desviste y avanza desnuda con el agua hasta más arriba de la cintura; llegada a la orilla opuesta nos anima sonriente, mientras nosotros caminamos cautelosamente, sin atrevernos a imitar su ejemplo por nuestros prejui– cios de educación. Después de un par de horas regresamos por el mismo camino. De– ta, esta vez, no se quita su pantaloneta y atraviesa el aguazal, seguida de las Hermanas. Poco después llegai;nos nosotros: Neñene, con su criatura en brazos, me indica que le ayude a soltarse el lazo de su pan– taloneta que, luego, me entrega para que se la pase yo. Ante este signo de confianza y naturalidad, me desvisto también y pasamos así el aguazal. Comportamientos morales. El empeño de encarnarse en una cultura trae muchas p reocupa– ciones: ¿Dónde está el bien y el mal? ¿Cuáles son los criterios de morali– dad de costumbres? ¿Cómo encamarse en una realidad no sólo del grupo sino también de los individuos para que la evangelización sea personalizada y ser uno mismo fiel y dócil a las enseñanzas y origina– lidad que le puede proporcionar esa realidad? Estas son las preguntas 145

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