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Convivencias de trato individual. Dejando de relatar muchos de los hechos y reflexiones de este via– je, quiero ceñirme a algunas experiencias personales. En estas convivencias con los Huaorani tenemos momentos de trato individual, en los que cada misionero se desenvuelve con toda liberad y según los dones que ha recibido de Dios. Procuramos que estas convi– vencias sean muy numerosas, pues así nos multiplicamos como agentes de pastoral y son las ocasiones en que las personas visitadas proporcio– nan a cada misionero las experiencias más íntimamente sentidas. Así, mucho tendrían que contarnos las Hermanas al sentirse tan aceptadas por el grupo Huaorani, como si estuvieran "en sus propias casas"; al ver que Deta quería seguirles hasta Nuevo Rocafuerte, aun– que no lo consideró oportuno su padrastro Cai; que las mujeres se in– teresaban por aprender a tejer de ellas y, a su vez, que les querían en– seftar las formas Huaorani de tejer hamacas y shigras. Sería difícil des– cribir la alegría de las Hermanas cuando notaban el empeño de la Srta. Deta por aprender y cantar una tonada con letra Huaorani, compues– ta por Ja Hermana Tigantai. En fin, cada misionero se anima recordando y contando esos mo– mentos tan llenos en su vida, según los dones recibidos del Espíritu y que conviene haga conocer a los demás para utilidad del equipo y de la Comunidad que los ha enviado. Convivencias bajo influjo del grupo. Veo que hay otros momentos en que uno actúa bajo cierta influen– cia de grupo, quizás con menos espontaneidad. Al diversificarse el grupo o equipo misionero, se hace necesaria más apertura entre todos los integrantes, conocimiento y comunicación de criterios: éstos pue– den ser muy diversos en la acción, pero deben unirse en la fe de Cris– to y en la evangelización. Como contenido de esta crónica quiero refle– jar mis principales preocupaciones: Evangelización descubriendo las semillas del Verbo. Se me hace difícil describir la honda impresión del grupo de cinco misioneros en el día de Pentecostés, en la misma entrada al pueblo Huaorani: 143

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