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y activa ; de o ración y de acción ; v ida la más senwjante a la del Di– vino Maestro de q uien dice el sa– grado Evangelista que "predicaba y oraba" . Por el d ía se dedicaba a evangelizar a los pobres, y por la noche se retiraba a orar. Para la consecución del fin se– cundario o espedfico, el radio de acción ele las misioneras se extiende a todas aquellas obras que tienden F ue ayer cuando el Divino Amador de los n i ñ o s dijo: " Dejad que los ni· ños se acerquen a mi." Y es b o y cuando en el muo• do resuena el eco de las mismas pa• labras a mejorar las condiciones morales, espirituales, culturales y económi– ca!; de los pobres, como son : come– dores gratuitos, guarderías infanti– les, colegios gratuitos para niños pobres, internados para niños aban– donados, talleres de corte, confec– ción, peluquería, cultura general, etcétera, para chicas de condición humilde; también taquigrafia, me– canografía, bordado, etc. ; talleres de formación profesional para obre– ros sin empleo, preventorios infan– tiles, aispens.;uios rnédicos, etc. ; también catequesis, preparación de n1atrimonios, etc. El pobre y siempre el pob re, vi– vir con los pobres, trabajar como los pobres, comer como el pobre, predicar al pobre con el ejemplo ele la humildad, senci llez, pobreza y caridad, tal es el ideal de la Mi– sionera Franciscana del Suburbio. En la mente de toda Misionera está fija la imagen de Aquel que siendo rico se hizo pobre, y a su imitación tiende con toda la inten– sidad de su espíritu seráfico. Su apostolado carecería de eficacia sin el mérito de la fe, que ve en el pobre al mismo Cristo, que dijo: "Lo que hiciereis con uno de estos pobreci– tos, Conmigo lo hacéis. " No olvi– dan tampoco que en el juicio final dirá el justo Juez a los que tiene a su derecha : "Venid benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, estaba desnudo y 65

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