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(54) fuerzas ¿ orando una noche en €l Coro de uno de nuestros Conventos, y pidiendole al Señor que lo perdonase, que ya no. se hallaba con fuerzas para trabajar mas , se le - presentó el Señor con la Cruz acuestas, y haciendo ademan de caer baxu. de ella, ar- rojóse á sostener á su Magestad, y-como le dixese: ¿qué es esto Señor, por qué vais á caer? Le respondió Jesuchristo: ¿no be de caer, si tú que me sostenias, ya piensas des «arme? Y wed aquí, que iaoflamado-, for- talecido el Siervo de Dios con tan dulcísi- mas palabras del Salvador, continuó econ nuevo fervor sus Misiones , y por todas par: tes sus palabras eran centellas , que abrasa- ban, y sus luces se admiraban muy seme- jantes 4 la de aquellos tres hermosos Soles, que á su llegada vió la Villa de Caspe , y que por disposicion de. Dios. figuraban las que el Sicrvo de Dios, iba a derramar S0- bre ellos con su santa Mision. Muy semejantes á las de un Pablo, que arrebatado hasta el tercer Cielo, fue 1lumi- nado , para ser. el. Apostol de las Naciones, el Docior de las Gentes , y para que por sus palabras , por sus obras , por sus escrit 108

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