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77· ta· ·mnt. (a) Por- el pecado ha• venido· Ia• muerte sobre nosotros , (b) y él es su ahijón, 6 estímulo: stimullls autem mortis peccatmn est ; (e) y co,mo ]a : madre , digamoslo asi , de la, misma muerte , c;lel propio mQdo que lo es snya nuestra ·desordenada concupiscencia. Co11cupíscencia rnm co11ceperit, parit peccatmn ; peccat!lm vero c11rn co11S11matimi fuerit ge– mrat mortem. (d) Es pena la muerte del pecado; y , por e!>to,. asi como este fué intro¡jncido en el mun– do por nn hombre, que fué Adán, y por él, co– mo de una raíz viciada, se comunicó a su descen– dencia, asi aquella se ha transfundido a todos, (e) aún a aqnellos que no .pecaron, á simiJitud de la prevaricacion de Adán , 6 con alguna culpa perso– nal actual, como sucede en los párvulos. (j) De aqui es, que 110 haviendo en todo el genero hu.. mano uno solo, exepto J esucristo nuestro Sefior, y su santísima Madre, que dexe de estar contami– nad1> de la culpa , no hai alguno que no se halle compreendido en su castigo. De aqui la infalible necesidad de morir , porque lo es la de contraer su causa , desde que somos concebidos en las en– trañas de nuestras madres: (g) Y de aqui la impo, sibihdad de eludir la execucion de esta jnsta pen:i, por mas que clespues de inficionados con el peca– do, nos labemos de su mancha. Que bien puedo aplicar aqui la expresion del Señor á los Hebreos, por su Santo Profeta Jeremías. Si te labares con el nitro de las mas activas sales , ó con el jabon com- pues- ---------------------- ª Eccli. 39·H· 1, Roman.6. '2 3 • e I Co1·i1'.t. ,,.,6,::: Yi– cle S. August. De peccato rum meritis, et rrniiss, lib. ,. c3p. 1,. nrm.~o. d Jocol>,1.1,, ~ RomJn.,.,ll, ./ Rom~n.~.14. videAlnpide bic. ó l'snl, 50.?.

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